ENTREVISTA EN EL AÑO 2000
Hace más de un año fui sometido a un tratamiento de tres meses contra un
linfoma, y hoy me sorprendo yo mismo de la enorme lotería que ha sido
ese tropiezo en mi vida. Por el temor de no tener tiempo para terminar
los tres tomos de mis memorias y dos libros de cuentos que tenía a
medias, reduje al mínimo las relaciones con mis amigos, desconecté el
teléfono, cancelé los viajes y toda clase de compromisos pendientes y
futuros, y me encerré a escribir todos los días sin interrupción desde
las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Durante ese tiempo, ya
sin medicinas de ninguna clase, mis relaciones con los médicos se
redujeron a controles anuales y a una dieta sencilla para no pasarme de
peso. Mientras tanto, regresé al periodismo, volví a mi vicio favorito
de la música y me puse al día en mis lecturas atrasadas.
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